Libros de teología de libre acceso
Para todos nosotros
El mayor reto de la iglesia hoy en día es formar a los pastores allí donde el Evangelio está creciendo más. El acceso a recursos de alta calidad es una barrera para muchos pastores que necesitan educación formal en África, América Latina y Asia. En Klisia, todos nuestros libros son gratuitos en formato digital, revisados por académicos, haciendo que la teología y los estudios bíblicos sean accesibles en cualquier lugar.
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Innovador y arraigado en Cristo
Claridad doctrinal
Nuestros autores y personal afirman siete doctrinas fundamentales que definen la ortodoxia.
Accesibilidad entendida en sentido amplio
Nuestros libros son intencionadamente accesibles, no sólo son gratuitos y de libre acceso, sino que también siguen las Directrices de Editores Accesibles con garantía de calidad de accesibilidad en cada título.
Multiformato
La lectura debe ser físicamente agradable, en el formato que mejor se adapte a sus necesidades.
compartible
Klisia significa un grupo que come junto; creemos que aprendemos mejor juntos. Aprendemos mientras compartimos, comentamos y debatimos. Nuestros libros se publican bajo la licencia CC BY 4.0 Internacional, para que los lectores puedan disfrutar, compartir y crecer con total permiso (BY significa que hay que dar crédito).
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Genial para los autores.
Reimaginar la publicación de libros
El acceso abierto tiene innumerables ventajas. Los autores rezan y trabajan incansablemente para conseguir grandes libros. Pero, a menudo, las ventas son escasas, los libros son caros y no consiguen el impacto que nos gustaría. Queremos cambiar eso. La iglesia debería implicarse más en la educación, y nuestro grupo en Klisia lo está haciendo realidad.
Involúcrate
Se dedicaban a la enseñanza de los apóstoles y a la comunión, a la fracción del pan y a la oración. Todo el mundo se llenó de asombro ante los numerosos prodigios y señales realizados por los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común. Vendían propiedades y bienes para darlos a quien los necesitara. Todos los días seguían reuniéndose en los patios del templo. Partían el pan en sus casas y comían juntos con corazones alegres y sinceros, alabando a Dios y gozando del favor de todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a su número los que se salvaban.